Micro-relato Nº6: En el cuadro estaba esa persona
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En el cuadro
estaba esa persona, sí, el mismísimo “Jesucristo”,
en medio de la mesa entre los apóstoles, pero, algo extraño le notaba: No
sonreía, ni lloraba, ni sentía angustia, sin emociones. Se observa que parece
pretender no mirar a una persona, y esa persona no dejaba de fijarse en él,
ocultando su rostro oscuro y antiestético, sí, ese era “Judas”.
¿Y por qué nos
detenemos ante esos dos personajes? Porque en ellos se tiene una conexión, un
contrario, y una coincidencia… viajemos al Siglo XV a enfocarnos en un pintor
que se encargaba de esa obra de arte. Pintar ese cuadro, realmente una pintura
mural, se tardaban años en terminar, pues el pintor necesitaba comenzar, y
buscó al joven que haría de modelo a “Jesucristo”:
Un humano hermoso. Después de ello, siguió pintando, y pintando, y pintando,
pasando años, años y años… la pintura sólo le faltaba a un último personaje
cuyo modelo tuvo que buscar en una horrorosa prisión, y encontró a alguien que
haría de “Judas”: Un humano horrible.
Cuando acabó, el
carcelario corrió hacia el pintor, los guardias le retenían, pero él solo
quería decirle: ¿Te acuerdas de mí? Me pintaste una vez.
Se negó el artista.
Y él terminó: Yo
era Jesucristo.
Entonces hemos
descubierto que los modelos de Jesucristo
y Judas eran la misma persona.
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