Micro-relato Nº3: Y entonces vi una luz...
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Y entonces vi
una luz cuando me quedé sentado en una silla despegando fuera de la atmósfera
cómodamente, me hallé en el vació oscuro estelar, observando mi planeta azul que
poco a poco me alejaba. Podía respirar, y vivir en ese infinito, pero, mi aire
se escapaba, y esa luz aparece, se expandía la iluminación y escuché una música
misteriosa del cosmos que quedaba permanente formando un coro como llamando a
Dios... El resplandor me atraviesa más y más, la respiración me fallaba, apunto
de asfixiarme, y sobre esa luz, en lo lejano, una silueta de un maniquí
levantaba esa luz, se inclinó como si pudiera volar con los puños hacia el
frente y entré en esa luz aún sentado en esa silla de pupitre.
El ambiente, era
el vacío, el blanco vacío, respiré, y delante aparecía cualquier personaje
imaginario de mi cabeza hablándome, y pronto volvió a ser ese extraño maniquí
de mi tamaño, y siguió hablando sin apenas poder escucharle por su baja voz,
borró todos mis malos recuerdos y la baja autoestima con que agarrándome de la
mano me tiró de la silla, salimos de ese mundo blanco sin fin atravesando
galaxias, cosmos, nebulosas... hasta que lo más rápido posible entré en mi
hogar, mi mundo natal, cayendo en el mismo sitio donde estaba sentado, y me
desperté, sintiéndome una persona nueva.
John Manuel Casanova ©
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